lunes, 5 de agosto de 2019

Resultado de imagen de Mt 14,13-21
No es fácil ayudar, porque la ayuda no consiste en dar limosna sino en aportar tus bienes para solucionar las carencias del otro. Pero, una ayuda comprometida que trata de liberar al otro de ser siempre el beneficiario y de que se convierta en otro dador y se multiplica la dádiva.

Por eso, Jesús nos enseña a compartir y en la multiplicación de los peces y panes nos pide nuestra colaboración. En verdad Él lo hace todo, pero quiere que nuestra actitud sea compasiva y esté entregada a dar. No quiere obligar ni comprometer a nadie, sino corazones dispuestos a amar.

Nos pide voluntariedad y disponibilidad a dejarnos transfigurar por Él y a entregarle nuestros corazones para que, por su Gracia, sean transformados en unos corazones misericordiosos y dispuestos a darse en y por el bien de los demás.

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