Cuando estamos en la
oscuridad echamos de menos la luz. Y cuando cerramos los ojos vemos lo
importante y necesario que es poder ver. Por eso, aquellos que carecen de este
privilegio, porque la vista como todo lo que tenemos son puros regalos,
perciben lo importantes que es poder ver.
Pero, la vista, siendo un don
importante no lo es todo. Hay una luz más necesaria sin la que no podemos, a
pesar de ver, caminar rectamente. Es una luz que, incluso ante la oscuridad
también se mueve libremente y correctamente. Es esa Luz la que pidió Bartimeo,
la Luz que salva y que da la Vida verdadera.
Esa Luz, Señor, es la que
quiero pedir, porque con la luz, siendo muy importante, de mis ojos no veré
sino un cierto tiempo y pasado esto puedo permanecer y quedarme en la total
oscuridad. Yo quiero, Señor, como Bartimeo ver la verdadera Luz que da la Vida
Eterna. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.