viernes, 8 de noviembre de 2019


Resultado de imagen de Lc 16,1-8 por Fano"
Los talentos recibidos son los que nos van a permitir ir solucionando nuestros problemas y produciendo los bienes que necesitamos para el peregrinar por este mundo. Sucede que, a veces, recibimos una herencia y nos viene como dado una riqueza, que también debemos saber administrar en función y servicio a los demás.

No se nos esconde que nos encontramos con dificultades que vienen de nuestros propios egoísmos. Nuestra naturaleza, herida por el pecado, es la muralla que nos impide compartir y despertar el afán de avaricia y de poder. Pero, para eso se nos ha dado la astucia y la libertad de saber dónde está el verdadero valor de las cosas.

Jesús, en esta parábola nos enseña y admira la astucia del aquel administrador injusto que no se queda con los brazos cruzados, sino que activa su astucia para conseguir solucionar su vida. La pregunta que nos sale del corazón es: ¿hacemos también nosotros lo mismo y ponemos toda nuestra astucia y esfuerzos en y para alcanzar la Vida Eterna? 

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