Nuestro corazón nos descubre
la huella de Dios, porque en él está escrito. Dios es Amor y nosotros tenemos
mucho de eso, porque el hombre, en lo más profundo de su corazón, por muy malo
que parezca, tiene siempre un corazón compasivo y hasta misericordioso.
Todos hemos experimentado en
muchos momentos de nuestras vidas un deseo noble y bueno de hacer el bien. Y, a
pesar de que nos sentimos inclinados por el pecado a hacer el mal, nos
resistimos a ello y hasta sentimos arrepentimiento a pesar de que nos cuesta
confesarlo y reconocerlo.
Hemos sido creados a su
imagen y semejanza y hechos para vivir eternamente. Jesús, celebrado hoy como
Rey del Universo, ha vencido la muerte y ha Resucitado, La promesa hecha a
aquel Dimas, el buen ladrón, es Palabra de garantía: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el
Paraíso».
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.