Igual que aquellos niños que fueron asesinados en lugar de
Jesús, puesto que buscaban dar muerte a Jesús, también hoy hay muchos que
voluntariamente defienden la vida de esos niños indefensos en el vientre de sus
madres y dan sus vidas en esa lucha de cada día por salvar la vida de muchos
inocentes.
Pero, lo inmensamente hermoso es que la verdadera vida no se
pierde, sino, todo lo contrario, se gana. Porque, quien da la vida por otro, por
amor al Señor, la gana para siempre. Y siempre es eternamente. Una vida en
plenitud de felicidad y gozo.
Por eso, creemos en Ti, Señor, y queremos vivir siguiendo tu
ejemplo de familia. Queremos, los que tenemos esa posibilidad y vocación, formar un familia al estilo de tu familia,
Señor, y dejarnos guiar por Ti en el centro de nuestra familia, para que
nuestro camino de familia sea según tu Voluntad. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.