Somos
libres porque podemos responder a nuestra misión. Una misión que pasa por amar.
En nuestra vida nuestro proyecto ineludible es el amor. Hemos sido creados por
amor y para amar, y si no respondes a esa misión para la que has sido creado,
tú aportación quedará sin realizarse.
Podrás
eludirla y mirar para otro lado, pero siempre estará grabada en tu corazón y
registrada en el debe de tu vida. La mies es abundante para que todos los
obreros tengan su aportación en ella. Y lo que corresponde a cada uno no lo
puede hacer otro.
Así
que, podríamos decir que tu misión en la vida es descubrir esos dones y
talentos que Dios te ha dado para que los pongas, gratuitamente y por amor, al
servicio de los demás. De esa manera, la mies tendrá todos los obreros que
necesite para que sea moldeada según la Voluntad de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.