miércoles, 29 de enero de 2020

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Al final de tu trabajo, cada día, recogerás el fruto de lo que has hecho o te ganarás el salario de tu contrato. Sabes que tu conciencia te dirá si lo has hecho bien o has escatimado esfuerzo y no has cumplido con tu deber. Tu conciencia te lo descubrirá a pesar de que nadie te ha visto.

Tu vida será el resumen de esos días de trabajo y de convivencia con los demás. En tu haber se encontrará lo que hayas hecho con justicia, con verdad y con verdadero amor, y en tu debe estarán las injusticias, las mentiras y los desamores. Todo será visto con la misma medida que tú lo hayas dado.

Y esa será tu verdadera recompensa para la eternidad. La cosecha de lo que ahora, en este tiempo, tu vida, hayas sembrado en esa tierra buena que está dentro de ti y que hayas cultivado con buenos deseos e intenciones y con una gran dosis de verdadero amor. La recompensa la felicidad que buscabas eternamente.

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