lunes, 20 de enero de 2020

Resultado de imagen de Mc 2,18-22
En todo momento nos sentimos acompañados por Jesús y Él está con nosotros en los momentos buenos y de alegría, pero también en los de sufrimientos y dolor. Por lo tanto, cuando determinamos hacer algo debemos ser consecuentes con nuestra fe y dar razones de coherencia y solidaridad.

No se trata de hacer las cosas por imposición o por aparentar que somos solidarios, sino cuando realmente la situación lo exige. Simplemente, debemos actuar cuando nuestro corazón nos impulsa a solidarizarnos con aquel que sufre o que se alegra sin pensar en simular actitudes que no nacen de buenas intenciones.

Jesús busca nuestra felicidad y esa felicidad pasa por vivir en la verdad, la justicia y el amor fraterno. Experimentamos que cuando vivimos de esa forma y en esas actitudes somos felices, sin descartar que haya momentos que el dolor nos exige sufrir y ayunar con aquellos que lo padecen.

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