domingo, 23 de febrero de 2020

Resultado de imagen de Mt 5,38-48 por Fano
En el corazón del hombre hay un deseo de responder al daño recibido. Es decir, que cuando eres ofendido tratas, como si de manera instintiva se tratara, de responder con la misma moneda y hasta con mayor agresividad. Cuando te planteas seguir a Jesús todo se orienta de otra manera.

Porque, seguir a Jesús significa estar dispuesto y abierto al perdón. Y un perdón que se extiende a todos, incluyendo el perdón a los enemigos. Indudablemente, ese perdón ofrecido al enemigo es contrario a nuestra naturaleza y para poder asumirlo y vivirlo necesitamos la Gracia de Dios.

Por eso, en nuestro bautismo recibimos al Espíritu Santo para que nos asista y auxilie en esos momentos donde tenemos que sobreponernos y perdonar a nuestros enemigos hasta el extremo de amarlos y servirles. Y eso sólo se puede conseguir injertados y abiertos al Espíritu Santo. Amén.

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