Es bueno y nos ayuda a ese menester aceptar el compromiso
con seriedad de comprometernos e implicarnos en grupos parroquiales y de servicio
a los demás, pero, más importante es seguir las advertencias que Jesús nos
hace, porque de lo que se trata es de eso.
«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No
juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y
seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida,
rebosante pondrá en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que
midáis se os medirá».
No hay otra alternativa ni otro camino. Es verdad que puedes
hacer y dar muchos servicios, pero si no hay compasión, si no evitas juzgar y
tratas de perdonar, todo tu hacer quedará anulado porque tu corazón no es semejante
al Señor. Injertados en el Espíritu Santo debemos ser compasivos como Padre
Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.