lunes, 23 de marzo de 2020

Resultado de imagen de Jn 4,43-54
Supongo que aquel funcionario real tenía la fe de que Jesús, del que había oído hacer milagrosas curaciones, podía también curar a su hijo. Y no sólo fe, sino también perseverancia, porque insistió en buscarlo y en pedírselo. De alguna manera se puso en camino y eso exige perseverar en esa idea.

Exige perseverancia, pero también coraje, valor y tomar riesgos. Riesgos que comportan también confianza y fe. No se podrá pedir nada si no se tiene fe, si no se persevera y se tiene coraje para persistir en ese objetivo. Diríamos que la oración tiene que tener esos componentes.

Fe, es decir, confianza en que el Señor te escucha y atenderá tu petición según convenga y sea para tu bien o el de otra persona. Perseverancia e insistencia, porque, el mismo Señor nos lo ha dicho. Y el coraje de, confiado en la Palabra del Señor, saber que te atenderá y tendrá compasión de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.