martes, 24 de marzo de 2020

Resultado de imagen de Jn 5,1-3.5-16
Ese paralítico puede representarnos a nosotros ahora, pero, en aquel momento pudo representar al mismo pueblo de Israel, que postrado por sus pecados no reconocían que Jesús, el Mesías esperado, venía a levantarnos y a darles esa agua que les curaba de sus parálisis.
            
Quizás tú y yo también seguimos esperando, instalados en nuestras particulares piscinas, que Jesús venga a curarnos de nuestras parálisis. No reaccionamos a su pregunta y nos justificamos aduciendo la insolidaridad de los demás. Y hasta respondemos con cierta indiferencia.

Viene a nosotros y no le conocemos. Simplemente, hemos tomado la camilla y nos hemos puesto a andar. Quizás, esta pequeños pensamientos nos sirvan para darnos cuenta de que el Señor está presente en nuestra vida y nos da esa agua que buscamos para curarnos de nuestras parálisis. Tratemos de conocerlo y despertar a ese nuevo impulso de agua viva que nos ofrece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.