martes, 29 de septiembre de 2020

 

Si hay algo valioso en mi vida es el Amor de Dios. Primero, porque es un regalo gratuito y sin condiciones que verdaderamente no merezco. Segundo, porque es un regalo Infinito y de Vida Eterna, y, tercero, porque viniendo de Dios, es de garantía absoluta.

Darme cuenta del valor de este inmenso Amor que Dios me regala es la mayor dicha que el hombre y la mujer pueden tener. Pero, para ello necesitamos la Gracia de nuestro Padre Dios y descubrir que Él es nuestro Creador y Padre. Para eso debemos pararnos y reflexionar sobre nuestro origen, de dónde venimos y a dónde vamos.

De nada nos vale todo lo que podamos acumular y poseer en este mundo. Todo es pasajero y caduco. Todo empieza y termina, y nada nos satisface plenamente. Poder, riquezas y placer son todos efímeros. Siempre nos dejan insatisfechos y anhelantes de más. Solo la Vida Eterna en el Señor calma y sacia nuestra sed de felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.