La fe es nuestra apuesta de cada día. Realmente, creemos en Aquel que no vemos, pero, tenemos el testimonio de los que le han visto y han estado con Él durante su vida en este mundo. Pero, también lo han visto después de su muerte Resucitado y nos lo han dicho.

Ese testimonio que nos ha transmitido la Iglesia a través de los apóstoles y de la comunidad cristiana nos llega a nosotros también hoy. Por eso, creemos en ese Jesús que nos señala Juan el bautista desde aquel día a sus discípulos y también ahora a nosotros.

Él lo proclamó desde el desierto y lo señaló como el Cordero de Dios enviado a salvar a los hombres. Y, para confirmarlo envió a dos de sus discípulos preguntándole si era el enviado que tenía que venir. Y la respuesta de Jesús fue categórica: «Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los…