Todo lo bueno que tú – y también yo – hemos recibido es para que de ti pase a otros. No sería justo ni bueno que se quedara en ti y no beneficiara a otros de la misma forma que te beneficia a ti recibiéndolo gratuitamente. Todo lo bueno es para compartirlo y lo malo para destruirlo.

El mundo progresa porque muchos han progresado y ese progreso lo han regalado y compartido con otros. Edison descubrió la luz, y por él todos en la oscuridad podemos alumbrarnos en el camino. ¿Puedes imaginar que Edison se guardara ese descubrimiento para él? Sería imposible pensar así, y también guardarlo.

Indudablemente, la luz es para ponerla en lo más alto y que alumbre a todos. Su fin y destino es ese, alumbrar los caminos a los caminantes. Y en la medida que das tu luz – con tus obras y vida – también, a ti te será dada, en la misma medida, todo lo demás. Porque, quien da, recibe mucho más.