lunes, 26 de abril de 2021

 

Un síntoma, consecuencia del amor, es alumbrar y dar luz por donde tus pasos te llevan. Porque, quien ama va dejando la estela y la huella impresa en el camino por el que circula. Un camino diáfano, claro y alumbrado por esa llama del corazón que alumbra todo lo que toca.

Ser cristiano responsable y comprometido con mi bautismo, en la medida que mi vida es sal y luz, por y para los que me rodean, es la tarea que debe ocupar el centro de mi corazón. Y esa es y debe ser la cuestión que debe interpelarme. ¿Soy realmente sal y luz?

Y, si no lo soy, ¿cuál es la medida de mi fe? ¿Qué sal y luz soy para todos aquellos que están en mi vida y de los que yo formo parte? Tratar de ir respondiendo a esta pregunta irá conformando mi vida a la Palabra y al compromiso de mi bautismo por la Gracia de Dios. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.