martes, 29 de junio de 2021

 

Imaginarme quien eres, Señor, será imposible para mi ojos cegados por la oscuridad de este mundo. Necesitamos el concurso del Espíritu Santo – recibido en nuestro bautismo – para, como Pedro, clamar: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» 

De ahí la gran importancia de nuestro bautismo, pues en él recibimos al Espíritu Santo, que nos llevará, si le abrimos nuestros corazones, al encuentro con Jesús, el Hijo de Dios Vivo.

Por tanto, caminemos, expectantes, vigilantes y abiertos a la acción del Espíritu Santo y disponibles a que nos revele al Mesías, el Hijo de Dios Vivo. Porque, precisamente, para eso ha bajado a nosotros, pero, nunca nos impondrá su Gracia, sino que nos la ofrece gratuitamente y libremente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.