El Evangelio de hoy nos cuenta como Jesús se fijó en Mateo, un publicano que, solo estar con él escandalizaba a los judíos. Y sabiendo lo que pensaban los que le veían les dijo:
«No necesitan médico los que están fuertes, sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: ‘Misericordia quiero, que no sacrificio’. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores».
Podemos deducir con bastante lógica y sentido común que para sentir y necesitar la Misericordia del Señor necesitamos descubrirnos enfermos – pecadores – pues, de no experimentar esa necesidad no buscaremos médico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.