miércoles, 27 de octubre de 2021

 

 

Posiblemente no lo hayas visto, o, quizás, no hayas querido verlo. De cualquier forma Él no se ha ido. Está a tu lado y con los brazos abiertos. Dependerá de ti que acudas y te dejes abrazar por su Amor y Misericordia Infinita. Recuerda, Dios es tu Padre y como Padre, te ama infinitamente.

Y, por supuesto, quiere salvarte. ¿O es que no lo has advertido? Tan despistado está que quizás cuando te des cuenta esa puerta estrecha – que ahora no adviertes pero, por la que tendrás que pasar, si quieres Vida y Gloria Eterna – la puedes encontrar cerrada para siempre.

Por lo tanto, ¡espabila y despierta! ¡Abre los ojos y oídos y escucha la Palabra de Dios que te marca el camino a seguir! Hay dos puertas, la ancha y espaciosa y la estrecha. Jesús, el Hijo de Dios, te invita a entrar por la estrecha. No te fíes de las apariencias y confía en el Señor.

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