domingo, 13 de marzo de 2022

 

El Tabor es un paréntesis luminoso que nos ilumina, valga la redundancia. Jesús, que va a ser crucificado en Jerusalén, es el Mesía prometido y nos invita a seguir el camino hacia nuestra propia Jerusalén. Nuestro camino es un camino de Resurrección.

Un camino que, indudablemente, se nos hace difícil y duro, pero, un camino que, vemos en el Tabor, tiene un destino gozoso y de Resurrección. Un camino donde la misericordia de Dios nos salva y nos fortalece y nos reconcilia llenándonos de paz y amor.

Un Amor Infinitamente misericordioso que nos ilumina, nos fortalece y nos alienta a bajar y volver al camino. Camino que nos dará la oportunidad de amar con un corazón como el de Cristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.