domingo, 10 de abril de 2022

 

La parábola del sembrador se repite y se muestra con toda crudeza y realidad en nuestra vida. En muchos momentos de mi vida he experimentado que he sido semilla caída en el camino. Mis convicciones, criterios y fe se las llevan los pájaros.

Otras veces, he experimentado el entusiasmo de sentirme libre, impulsado y seducido por Jesús. El Señor ha colmado mi vida y mi esperanza de sentido y alegría. Todo lo veo con ojos nuevos y esperanzados. Pero, de pronto, mi vida se viene abajo.

Las contrariedades, los proyectos que salen, pero no como yo quiero, me gusta y había pensado, me derrumban. Y, la figura de Jesús empieza a cuestionarme, a no resultarme tan esperanzadora. Me entristece y molesta. Abato mi ramo que tan esperanzador sostenía levantándolo y aclamándole.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.