No me has creado,
Señor, para un rato, ni tampoco para jugar conmigo. Me has creado por amor y te
has comprometido, voluntaria y libremente, también por amor. Y todo porque
quieres compartir tu Gloria conmigo y darme felicidad eterna
¡Aumenta mi fe,
Señor! Cada día el mundo, demonio y carne me tienta y la debilidad de mi
naturaleza, herida por el pecado, se siente seducida. ¡Y me cuesta oponerme,
sostenerme equilibrado y resistirme! ¡Dame, Dios mío la fortaleza para
perseverar con firmeza!
Nacidos para la Vida Eterna y en plenitud de gozo y
felicidad: ¿Cómo se puede rechazar esta propuesta? ¿Acaso estamos ciegos? ¿Es
que no nos damos cuenta de lo que nos ofrece el mundo? ¿No has pensado que
tienes la oportunidad de vivir eternamente feliz? ¿Acaso no te importa?
¿Puedo convertir en leyes mis deseos, intereses e ideologías?
Porque, al parecer se está usando el poder para eso, para poner en el papel
como ley lo que a mi me interesa. Y la política se convierte en legislar para
mí, para mis ideas e intereses ideológicos.
Conviene por tanto discernir muy bien a la hora de dar mi voto. No todos los que se presentan vienen con la intención de gobernar y administrar para el bien del pueblo. Piensan primero y siempre en ellos y sus amigos y someten al pueblo que le ha votado. ¡Piénsatelo bien!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.