Si lo piensas
bien, ¿a dónde vas y para qué trabajas? ¿Acaso ignoras que todo se quedará aquí
abajo y se desparramará sobre otros, que quizás no hayan nacido cuando tú te
vayas? ¿No te das cuenta de que hay algo más importante que necesitas
descubrir?
¡Señor, haz de mi
lo que Tú quieras y has pensado hacer! Porque, sé, Señor, que lo que Tú hagas
será lo mejor para mí y lo que me llenará de pleno gozo y felicidad eterna.
Gracias, Señor. Amén.
La vida y sus afanes y ambiciones pueden engañarte. Al final lo importante es intuir y conocer donde acabaremos. Algo, desde lo más profundo de nuestro corazón nos avisa y nos pone en alerta. El darse por amor gratuito sin condiciones y misericordiosamente es la fuente que te hace feliz y te dará esa vida eterna que, quizás sin saberlo, buscas y deseas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.