Persevera y no
desfallezcas. El mundo, demonio y carne están empeñando en confundirte, en
debilitarte y en seducirte. Lo puedes observar en todo lo que actualmente está
pasado: género, aborto, sexo, guerras, poder, y construir un mundo de espalda a
Dios.
¡Toma mi voluntad,
Señor, y cambia mi vida según tu Voluntad! Poque, de nada sirven mis proyectos
e ideas si Tú, mi Señor, no me acompañas y caminas conmigo. ¡Mi vida, Señor,
está en tus manos y yo quiero entregártela plenamente! Gracias.
El mundo tendrá su
final, pero antes de que eso suceda se producirán acontecimientos y señales que
avisarán de su proximidad. De cualquier forma, nuestra esperanza está puesta en
el Señor. Sabemos y creemos que en Él seremos salvos. Nuestra consigna es
perseverar y creer en Él.
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