No viene Jesús por
su cuenta, ni porque le ha parecido. Viene enviado por su Padre que, tras su
impulso de dar respuesta a la misión encargada, se pone a la cola del bautismo
que proclama Juan. Y, a pesar de la resistencia de este, le indica que proceda
a bautizarle.
Experimento que
soy impulsivo e impaciente y eso me lleva al desequilibrio y a la ruptura. Me
desespero y pierdo la paciencia y mi corazón se llena de rencor y
resentimientos. ¡Ayúdame, Señor! Enséñame a ser paciente y obediente en
silencio. Amén.
Es el elegido y confirmado tras ser bautizado por Juan. Su Padre le presenta y le confirma como su Hijo amado en quien se complace. Tiene las credenciales del Padre y del Reino de Dios. Es el elegido para anunciar la Buena Noticia y el Amor Misericordioso de su Padre por el que somos liberados de la esclavitud del pecado y salvador eternamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.