Esa es la clave,
morir. Es evidente que todos tendremos que morir pero la cuestión es cómo
moriremos. Porque, puedes morir tras dejar una vida dedicada a ti y a tus
egoísmos y satisfacciones, o dejar este mundo tras una vida entregada al
servicio de los demás.
Y vuelves, Señor,
a caer. Tus debilidades se ponen de manifiesto. Eres de carne y hueso y te
despojas de tu condición divina. Quieres enseñarnos el camino de la cruz.
Guíanos, Señor, y danos tu fortaleza y misericordia.
Sobre todo de los
más necesitados y excluidos. Eso no quiere decir que los demás no sean objetos
de servicio y amor, sino que los pobres, los pequeños, indefensos o marginados
son preferentes. Digamos que la salvación del mundo dependerá como si de un
efecto dominó se tratara. A ti te tocará unos y a otros, otros. Y serán otros
los que su misión será dejarse ayudar, su cruz será esa, una mochila
deficiente. Eso dejará muy claro que es el Amor lo que necesita el mundo y lo
que Jesús, el Hijo de Dios, vino a anunciarnos.
Buenos días a todos, no sé por qué pero me ha asaltado la idea de crear un grupo –– https://www.facebook.com/groups/418331037611421 — para proclamar la Buena Noticia: Dios nos ama y ha enviado a su Hijo para rescatarnos del pecado y darnos vida eterna. Y eso no podemos callárnoslo. Esa es la misión y el objetivo de este grupo, abrir su voz a todos los que quieran participar y, desde su compromiso, anunciar que Dios Vive y está entre nosotros.
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