Podrás hacer lo
que creas más conveniente para tu vida. Buscarás la felicidad como lo hacen
todos, pero no serás feliz hasta que encuentre el verdadero Amor donde se esconde
la única y verdadera felicidad. Y, quieras o no, el verdadero Amor es Dios.
El camino, Señor,
tiene muchos momentos de oscuridad, de seducción, de peligros y de desánimo.
Ayúdame a recorrerlo desde tu Luz, tu Fuerza, tu Palabra, tu Mano, tu
Sabiduría, tu Mirada y tu Eucaristía para, fortalecido en ella, llegar a la
meta y permanecer en Ti. Amén.
Tú, también yo,
hemos sido creados por Amor. Y semejantes a ese Amor Infinito que es nuestro
Padre Dios. Lo sabemos porque nuestro Señor Jesús nos lo ha revelado, y la
Iglesia, continuadora de la proclamación de su Buena Noticia, nos la ha
transmitido. Por tanto, también nosotros somos amor, y sin amor no podemos
vivir ni relacionarnos con el Señor. Por tanto, amemos como el Señor nos ama.
Dar su vida significa estar dispuesto a entregarla sin condiciones. Un buen pastor lo es cuando está disponible y dispuesto a llegar a ese extremo por defender y proteger a sus ovejas. Y Jesús, nuestro Señor, no solo está dispuesto sino que nos perdona de nuestros pecados con infinita misericordia.
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.