Quizás, nos puede
suceder, pensamos que Dios es una opción. Es decir, sabemos que podemos
seguirle o, por el contrario, rechazarle. Y en esa línea podemos creer que es
una opción a seguir. Craso error pensar así. Dios nunca será una opción sino nuestro
Camino, Verdad y Vida.
Señor, vuelvo a Ti
porque es donde mejor se está y en donde encuentro esa felicidad que busco
errónea y afanosamente en este mundo. Y vuelvo porque tu Infinita Misericordia
así me lo permite. Gracias, Señor.
Podrás pensar que
no lo necesitas. Incluso que no te hace falta para ser feliz, pero, pienses lo
que pienses tu única posibilidad de ser feliz es abrirte a su Palabra y a su
Amor Misericordioso. No podrás ser feliz sin Él, porque has sido creado por y
para Él. San Agustín lo dirá muy claramente: «Nos hiciste,
Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en Ti.
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