sábado, 22 de febrero de 2014

LA NOCHE, UN BUEN MOMENTO PARA PENSAR

Me descubro imperfecto e incapaz de amar hasta el extremo de perdonar y compartir con el enemigo. Quiero hacerlo pero experimento que estoy tocado y mi naturaleza humana se resiste. Menos presentar la otra mejilla para que vuelvan a pegar, y qué decir de dar no sólo la túnica sino también el manto.

Parece que el Señor me pide cosas imposibles, pero resulta que tomo conciencia que Él lo hizo por mí. Y lo continúa haciendo a cada instante. Me sostiene y me acompaña. Si Él me lo pide es porque en Él lo puedo hacer. Es cuestión de creerlo o no.

Y yo lo creo Señor y te pido que hagas esa transformación en mi corazón. Tómalo y cámbialo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.