viernes, 28 de noviembre de 2014



Vivimos como si nada nos fuera a pasar. Es verdad que tampoco podemos estar pensando en eso, pero quizás vivimos muy despreocupado. No se nos ocurriría ir a un examen sin estar preparado, pues de hacerlo sabríamos las consecuencias que podrían derivarse.

De la misma forma, sabemos que de hacer las cosas mal, los resultados serán malos. Sin embargo vivimos alegremente y despreocupados, afanados en otras cosas que al final no importaran nada. 

¿No deberíamos tomar conciencia del rumbo que lleva nuestra vida y preocuparnos más por enderezarla?

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