jueves, 8 de enero de 2015



Cuando el aceptar un hecho evidente, que tus propios ojos contemplan, te exige un cambio de vida, te resiste y tratas de justificarlo rechazándolo. Decir sí significa cambio, salir de tus comodidades, emprender un rumbo nuevo y quizás arriesgado.

Tus miedos y egoísmos se activan y tratas de auto engañarte traicionándote. Distorsiona la realidad y justificas tu actitud y tu permanecer instalado y pasivo. Muchos han tomado ese camino.

Sin embargo, experimentas que no puedes demostrar nada, y sientes tus justificaciones como falsas razones que se derrumban por su propio peso. Realmente, lo mejor es aceptar que Jesús caminó sobre las aguas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.