sábado, 27 de junio de 2015



Hay situaciones que no tienen solución. Posiblemente las hayas vivido en tu vida, y, desgraciadamente, tendrán que volver a repetirse. La despedida más cierta, y por la que pasamos todos es la muerte.

Y llegado el momento, no hay solución. Decimos que para todo hay remedio, menos para la muerte. Sin embargo, a pesar del tiempo de la humanidad, el hombre sigue luchando por la vida, aunque haya paradojas como la ley del aborto.


Y es que tiene sellado a fuego dentro de su corazón el Amor de Dios. Un Amor que le llama a la Vida Eterna y para la que ha sido creado.

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