sábado, 25 de julio de 2015



Hay muchos casos de personas que, teniendo juventud y físico, su voluntad está muerta y sin fuerza para levantarse y abrirse camino. Se hace difícil recuperarlo, pero nunca debemos pensar que son ellos los únicos culpables.

Es verdad que quizás nosotros no tenemos respuestas, ni sabemos cómo y qué hacer, pero eso no deber ser motivo para tratar de justificarnos y autotraicionarnos. Al menos debemos estar atento, disponibles y rezar mucho.

Jesús les dio de comer a aquella multitud sabiendo que volverían a tener hambre de nuevo. Nosotros podemos atender a esa persona aunque sepamos que tendrá ella que solucionar su problema. Porque eres tú quien tienes que responder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.