Cuando
miramos nuestra vida exitosa pensamos que somos unos tíos estupendos. Hemos
construido una empresa y establecido una familia, y muchas cosas más.
Comparándonos con otros nos congratulamos de ser más inteligentes y fuertes.
Acaso, ¿no
piensas que todo tu éxito depende de Dios? Quizás te haya dado libertad para
que aportes algo, pero todo lo que tienes se lo debes a Él. Tu pesca no alcanza
éxito si no cuentas con el Señor y pones tus redes a su servicio, porque el éxito fundamental e importante es
el gozo y la felicidad eterna.
Si al final,
por muchos éxitos que consigas en tu vida, pierdes el último y definitivo, la
vida eterna junto al Padre, ¿de qué te ha valido orgullecerte con éxitos
basuras y caducas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.