sábado, 26 de septiembre de 2015




Ocurre que cuando observamos a alguien que vive en la verdad y el amor, si no está con nosotros y es de nuestro grupo, lo ponemos en duda y le señalamos como impostor. ¿Es que no es hijo de Dios?

Resulta que los hijos de Dios son los que nosotros configuramos y damos cuerpo e imagen. ¿Acaso somos nosotros los que elegimos los hijos? ¿No es Dios el Padre de todos?

Cada día nos damos cuenta de nuestros errores y metemos la pata muy a menudo. Dios es amor, y todo aquel que ama en verdad y justicia está haciendo la Voluntad de Dios y abriéndose a su Amor. ¿Quiénes somos nosotros para desecharlos?

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