La vida que nace, aparentemente nueva y joven, se vuelve con
el tiempo vieja. Para conservarla y
perpetuarla necesitamos rejuvenecerla. Todavía el hombre no logra conservarla
eternamente, e, irremediablemente, se pudre y se hace vieja hasta morir. La
cuestión y preocupación del hombre es revivirla.
Y hasta ahora no hay manera, ni se cree que se pueda. Sin
embargo, Jesús de Nazaret ha resistido a la muerte y ha Resucitado. Y nos
promete la vida. Su Vida, destruida, fue reconstruida en tres días. Y así nos
promete que a nosotros también nos pasará eso. Pero, para ello necesitamos
creérnoslo y buatizarnos. Por el Bautismo nacemos a una Vida Nueva.
Tú, Señor, tienes
Palabra de Vida Eterna. Porque con tu Vida nos lo has demostrado. Todo en Ti se
ha cumplido y lo último ha sido tu triunfo sobre la muerte, tu
Resurrección. Sí, Señor, creemos en Ti y
te esperamos confiados que si perseveramos en Ti, como nos has dicho,
salvaremos nuestras almas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.