martes, 28 de marzo de 2017

Posiblemente respondamos como aquel enfermo. En lugar de responder con un sí, justificó que no podía llegar a tiempo cuando las aguas se agitaban. Algo así como, quiero, pero me es imposible. Ignoraba quien se lo preguntaba. Igual nos puede pasar a nosotros, ignoramos que el Señor lo puede todo y, ¡claro!, te puede curar.

Sin embargo, aquel enfermo respondió al mandato de Jesús: «Levántate, toma tu camilla y anda». Y eso no se hace si no hay fe. Creyó y se puso en pie. Pero la fe nos exige dar testimonio, porque se fijarán en nosotros y estarán atentos a nuestra actitu y obras.

¿Estamos nosotros dispuestos a dar testimonio de nuestra fe? ¿Esperamos un milagro para ello, o, por el contrario, actuamos coherentemente con nuestra fe? ¿Creemos realmente que estamos ya salvados, salvados  por la Gracia de Dios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.