No tendría sentido que Jesús, nuestro Señor, después de
estar tres años con nosotros y hacer tantas cosas buenas, curar a muchas
personas y hasta resucitar a algunos, se guarde esa noticia y mensaje de
salvación para sí mismo. Y que no preparase un grupo para que continuase esa
labor.
Sería algo incomprensible y sin posible explicación. Jesús
viene a proclamarnos una Buena Noticia. Tan buena que es lo que, en lo más
profundo de nuestro ser, está escrito. Todos buscamos la felicidad eterna, y
es, precisamente eso, lo que nos viene, de parte de su Padre, a proponer y
regalar Jesús.
Por todo ello,
constituida la comunidad, les envía a proclamar lo que Él había ya proclamado: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena
Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no
crea, se condenará ». Y así se ha hecho hasta nuestros días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.