sábado, 22 de julio de 2017

Observamos que en el mundo libre y salvaje animal se vive en permanente peligro. Pero, un peligro por subsistir. Se mata para comer, y no hay otra ley que la del más fuerte. Sin embargo, en nuestro mundo, aparentemente respetado y con derechos humanos, se mata por envidia, por ambición, por vanidad, egoísmo, poder, riqueza…etc.

No hay mucha diferencia con ese mundo salvaje de los animales. Cada día muere mucha gente, y no sólo por descuidos o accidentes, sino por negligencia, por guerras, abortos, robos, terrorismo…etc. Es un mundo lleno de hierbas malas que amenazan a las buenas semillas con destruirlas.

La cizaña, plantada por el Maligno, cohabita con la buena semilla. Crece junta a ella y sus intenciones no son otras que las de ahogarlas y destruirlas. Necesitamos perseverar y sostenernos en la Palabra, los Sacramentos e injertados en el Espíritu Santo mantenernos firmes hasta la hora de la siega.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.