domingo, 27 de agosto de 2017

Responder lleva implícito dos compromiso: a) dar mi opinión descomprometida sobre lo que pienso, sin concretar ningún compromiso sino meramente como un simple opinión; b) dar una respuesta que compromete mi vida y que me implica en un seguimiento que le exige un cambio de orientación y rumbo.

En el primer caso, no pasa de una simple opinión, que duerme en la indiferencia y no afecta a tu vida, pues la miras como algo está ahí, pero que no llega a tu corazón. Es como semilla que cae en tierra, pero se ahoga con las malas hierbas y la escasez de agua. Y en el segundo, es como semilla que hunde sus raíces profundamente y germina para dar frutos.

Al final lo que verdaderamente importa es lo que crees tú, y eso que dices se cree cuando tu vida queda conformada en, por y con Xto. Jesús. Y eso ocurre cuando tu experiencia vital experimenta que Él está entre nosotros, y nos acompaña en el camino que nos libera y nos salva. Porque, sólo con Él podremos encontrarlo y recorrerlo.

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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.