Nos empeñamos en pedir lo inmediato, lo que necesitamos para
quedar bien situados y seguros. Buscamos lo que nos atrae y nos interesa desde
nuestro punto de vista mundano. Y es a eso a lo que damos prioridad, porque
también se la da el mundo. El éxito se fundamente en lo que produce y tiene
valor económico.
Y nuestras peticiones van en ese camino. Pedimos, bienestar,
dinero y salud, pero quizás no caemos en darnos cuenta que más importante es
librarnos del mal. El mal que nos asedia, nos estresa y nos llena de
insatisfacción. Porque, esa felicidad que buscamos no está en las cosas que
podemos conseguir en el mundo.
Tengamos en cuenta
que la capacidad de perdonar, sobre todo a los enemigos es la puerta del amor.
Porque, cuando perdonas empiezas a amar, y a mostrarte humilde y disponible a
servir y a darte. El amor te abaja, te ayuda a humillarte, a hacerte pequeño y,
sobre todo, a perdonar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.