viernes, 9 de febrero de 2018

Ocurre que muchas veces tratamos de escapar a la hora de hacer algo. Nos cuesta aceptar reconocer que no sabemos, o que nuestra humanidad nos dificulta hacer las cosas bien. Eso no debe ser obstáculo para, al menos, hacerlas lo mejor posible. Ese esfuerzo nos cuesta y a veces nos interpela.

Debemos tener en cuenta que no podemos escondernos, y, aunque creamos que nadie nos ve, Jesús siempre está presente en nuestros actos. A veces, cosas que hacemos y que sabemos que están en lugares ocultos a la vista de las personas, descubramos que el Señor las ve y no podemos esconderla a su vista.

Él es nuestro público y siempre verá y sabrá, no sólo lo que hacemos, sino cómo y por qué lo hacemos. Por lo tanto, seamos honrado con nosotros mismos y en cada momento actuemos como si estuviésemos rodeados y a la vista del público.. Porque a pesar de que nadie nos vea, Jesús si nos ve y sabe de qué manera actuamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.