El hombre, su alma, no puede vivir sin amor. Necesita
amar para dar sentido a su existencia. Pero, ¿qué ocurre? Que depende de lo que
alma su gozo será pleno o no. Y las cosas que te ofrece este mundo no te darán
el gozo que tú buscas. Porque, todo lo que no sea eterno no merece ser amado.
Porque, el amor no puede terminar. Lo que termina esconde
vacío y muerte. Nada que no sea eterno merece ser amado. Y el verdadero amor no
perece, se mantiene siempre vivo. El hombre nace de ese amor, el amor que nunca
muere y que sólo está en Dios.
Por
eso, Jesús, el Amén del Padre viene a dar plenitud a su Obra. Él es el proyecto
último, la Alianza Eterna, el Amén, la última Palabra con la que el Padre da en
plenitud fin a su obra y plan de salvación. Por eso, Jesús es el Reino de Dios
ya establecido en este mundo, y se realiza en el amor entre todos los
hombres. Con él se realiza el Amén del
Padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.