sábado, 7 de abril de 2018

Imagen relacionada
Hay momentos que nos preguntamos por qué nuestro testimonio y actuar no llaman la atención ni cuestionan. Partimos que responder a la llamada de Jesús es muy personal y no es nada fácil, pero eso no es obvio para que los otros se cuestionen y se interroguen con nuestra respuesta.

Quizás no nos hemos cuestionado que clase de testimonio damos nosotros, porque el testimonio no es el que a nosotros nos guste, sino el que, de forma natural, da nuestra vida al obrar en relación con los demás. De forma que si amamos, eso se desprenda y se note en nuestro actuar de cada día.

¿Acaso hay conciencia viva de que Jesús está vivo? ¿Invitarías a un café a tu bisabuelo? Sería absurdo y te tomarían por loco, pues está muerto, pero no así ocurre con Jesús. A Él si puede invitarle a tu vida y a estar contigo en todo momento y lugar. Él vive y te acompaña en tu vida. Quizás esa forma de relacionarte con Jesús y hacerle partícipe en tu vida es lo que los demás no notan ni ven.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.