sábado, 21 de abril de 2018

Imagen relacionada
Lo normal es que la tentación de abandono esté siempre presente. La subida se hace dura y las fuerzas en muchos momentos escasean. Cuesta mucho seguir, sobre todo cuando no se entiende muchas cosas y todo parece misterioso y oscuro. Es entonces cuando necesitamos la fe. Creer es fundamental.

Pero, incomprensiblemente, nos echamos para atrás. Cerramos los ojos y permanecemos en la oscuridad. No es fácil el camino. Exige obediencia ciega y confianza. Al decir ciega no queremos ocultar que hay muchas razones que nos empuja a seguir a Jesús, pero hay otras que no entendemos, ni las entenderemos nunca, mientras estemos por este mundo.

El sentido de la vida nos alerta a despertar y a darnos cuenta que el camino del mundo no nos lleva a ninguna parte. Todo lo que podamos conseguir en él está destinado a quemarse. Es caduco y no vale para nada. No nos llevamos nada y todo se queda aquí. Luego, ¿qué sentido tiene todo lo que hacemos al margen de Jesús? ¿A dónde nos lleva? ¿No será mejor seguirle?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.