El Evangelio de hoy nos descubre una gran realidad y coincide con
lo que sucede en nuestra vida. Hay personas que dándolo todo reciben más que si guardaran
lo que pueden compartir y dar. Hay personas que dejándolo todo por servir y
seguir a Jesús, luego reciben más en vida que lo que tenían. Se percibe en
muchas personas de Dios que están rodeadas de muchas personas agradecidas con
ellos.
De cualquier forma, no se nos esconde que todo lo de este
mundo es caduco y termina. Nadie ha observado, como ha dicho el Papa Francisco
respecto a lo que le dijo su abuela, detrás de un coche fúnebre nunca ha seguido un camión de mudanza. Todo lo conseguido en este mundo se queda
aquí. Hay que atesorar cosas que te puedas llevar y que te sirvan para la verdadera vida.
Y reflexionando sobre
ello, descubrimos que lo único y verdaderamente importante es la vida que
trasciende y la que nos promete el Señor. Porque, Él ha Resucitado y eso deja fuera
de toda duda nuestras dudas, valga la redundancia. Todo lo que tiene valor es
lo que queda para la eternidad, tal como es el amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.