martes, 29 de mayo de 2018

Resultado de imagen de Mc 10,28-31
El Evangelio de hoy nos descubre una gran realidad y coincide con lo que sucede en nuestra vida. Hay personas que dándolo todo reciben más que si guardaran lo que pueden compartir y dar. Hay personas que dejándolo todo por servir y seguir a Jesús, luego reciben más en vida que lo que tenían. Se percibe en muchas personas de Dios que están rodeadas de muchas personas agradecidas con ellos.

De cualquier forma, no se nos esconde que todo lo de este mundo es caduco y termina. Nadie ha observado, como ha dicho el Papa Francisco respecto a lo que le dijo su abuela, detrás de un coche fúnebre nunca ha seguido un camión de mudanza. Todo lo conseguido en este mundo se queda aquí. Hay que atesorar cosas que te puedas llevar y que te sirvan para la verdadera vida.

Y reflexionando sobre ello, descubrimos que lo único y verdaderamente importante es la vida que trasciende y la que nos promete el Señor. Porque, Él ha Resucitado y eso deja fuera de toda duda nuestras dudas, valga la redundancia. Todo lo que tiene valor es lo que queda para la eternidad, tal como es el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.