El Evangelio de hoy nos exhorta a amar. Jesús nos invita a
amar como Él nos ha amado. No se trata de amar según mis conveniencias o
intereses, sino como me ama Jesús. Él es el modelo, la referencia y en donde
debo fijarme en cada momento de mi vida. Se trata de acercarme lo más posible a
Él e imitarle.
Y no es nada fácil. Pronto descubro que mi naturaleza humana
es muy perezosa y me lo impide. Y que las tentaciones de este mundo actúan de
forma atrayente sobre mí. Experimento que soy muy vulnerable y que mi
resistencia es vencible. Concluyo que sólo no puedo crecer en la fe ni en el
amor.
¿Qué hacer entonces?
Jesús me lo dice muy claramente: permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los
mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.