La elección que hagas en tu vida tendrá siempre
consecuencias en tu actuar y tu propio vivir. Dependerás de lo que creas y,
sobre todo, a quien sigas, porque terminarás viviendo según te induzca aquel al
que sigues. El ambiente influirá en ti y te moverá a cambiar y orientar tu vida
según sus propias condiciones y su entorno.
Conviene asesorarse muy bien antes de emprender un
seguimiento que puede llevarte a fatales resultados y a consecuencias
imprevisibles. Conocer a quien sigues o el ambiente donde te metes es condición
indispensable para tomar una buena decisión. Y conocer exige indagar, escuchar,
estar cerca, relacionarse, oír, ver y presenciar. Sólo así tendrás un buen
conocimiento de aquel que quieres seguir.
Y también conocer su
vida y sus obras, y, sobre todo, su mensaje. Un mensaje que esté de acuerdo con
lo que tú buscas y quieres. Sin ninguna duda, sólo hay uno a quien conviene y
es bueno seguir, porque lo que te propone es realmente lo que te interesa y
buscas. Ese es Jesús, el Señor, que te invita a seguirle.
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