Nuestra naturaleza experimenta miedo y, sobre todo, cuando
es algo que desconoce y que romper un poco tu seguridad. Somos débiles y
tentados por muchas apetencias que nos amarran con maromas a nuestro entorno y
a nuestras seguridades. Experimentamos dudas y miedos a salir de nuestro propio
hábitat.
¿Cómo no sentir dudas y miedos al verte delante de un
Resucitado? Me pongo en su lugar y creo que yo también sentiría miedo. Pero,
Jesús no se queda quieto, se acerca para que puedas tocarlo y verlo, y esas
apariciones las ha realizado ya varias veces. Confirma su Resurrección y les
deja un mensaje.
Un mensaje para el
que les ha preparado durante su vida pública que ha compartido con ellos. Un
mensaje donde también sella su compromiso y donde revela y manifiesta su
presencia en cada momento. Un mensaje donde tú y yo también estamos incluidos,
porque se trata de su presencia hasta el fin del mundo. Y eso nos incluye a
todos los que vivimos en este mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.