domingo, 8 de julio de 2018

Resultado de imagen de Mc 6,1-6 Fano
Cuando aceptas a alguien se supone que aceptas lo que dice y te comprometes con ello. No tendría sentido aceptarlo e ir por otro lado con tus compromisos y con tu vida. Abrirse a lo que enseñaba Jesús les suponía dar un giro a su vida y cambiar de actitudes y de ideas preconcebidas. No estaban dispuestos a eso. No estaban dispuestos a eso.

Y menos recibido de un conocido, un hijo de carpintero. Un cualquiera del pueblo que no destacaba según sus ideas. Sí, enseñaba al parecer con autoridad y hacía obras que sorprendían, pero, al parecer, para ellos no era suficiente. Sus soberbias y suficiencias eran superiores a sus inteligencias y les cegaban totalmente.

Igual nos puede estar sucediendo a muchos de nosotros. Estamos cegados por las luces del mundo, de nuestra soberbia, de nuestra suficiencia y no nos damos cuenta de lo que realmente somos. Tendremos que sufrir un abajamiento o caída para darnos cuenta de nuestra miseria y nuestra pobreza. Entonces se nos abrirán los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.